ABORTO - El tema del que la mayoría preferiría mantenerse alejada a milas de distancia, pero yo no.

Después de una discusión un tanto acalorada y algo emotiva con (esto es importante mencionarlo) amigas MUJERES, que se encendió por la política, decidí informarme lo más posible, ya que noté que gran parte, si no la mayoría, de la discusión no se basaba en hallazgos científicos, sino en emociones acaloradas provocadas por lo que puedo explicar simplemente como un razonamiento moralista y sin educación, para simplemente justificar las acciones de uno. Pero, como hombre, ¿qué sabía yo...?

Sin embargo, lo que estaba tratando de decir es que mis convicciones personales se perpetúan por creencias... almas, lo divino, el más allá y demás, por lo tanto, mi visión sobre este tema por definición surge de valores y normas más "tradicionales" en cierto sentido.

Dos caras de la misma moneda.

Sin embargo, al mismo tiempo, estaba teniendo conversaciones profundas con otra querida amiga MUJER, cuya hija está experimentando un embarazo doble algo problemático en el que en el futuro cercano, podrían tener que tomar decisiones difíciles.

Ahora bien, se trataba de conversaciones completamente diferentes, ya que se trataba de una situación completamente distinta.

Además, esta familia en particular tenía puntos de vista y convicciones en cierto modo compartidas. Más tradicionales y convencionales, al contrario de mis otros amigos de los que hablé antes, que son mucho más liberales en sus creencias y convicciones.

Pero, como hombre, ¿qué sabía yo…?

¿Los hombres deberían tener opiniones sobre este asunto? En mi opinión: ¡Sí, absolutamente! Está en nuestra naturaleza cuestionar y debatir, y así aprendemos.

Los hombres deberían tener voz y voto, en mi opinión personal, absolutamente no. (perdón por mi francés)

Es el acto lo que me preocupa, pero lo entiendo y estoy de acuerdo plenamente. A su manera, puede ser una misericordia… tanto para la madre como para el feto.

En esto radica la disputa existencial dentro de mí…

Entonces, ¿por qué investigar y escribir?

Porque el conocimiento ES poder. Y habiendo presenciado de primera mano la “ignorancia” que rodea a todo y a todas las concepciones, decidí investigar y comenzar una conversación abierta, con la esperanza de educar y orientar a las personas en su propio camino de autoinvestigación.

El conocimiento permite a las personas tomar mejores decisiones, bien informadas y conscientes.


¡EL CONOCIMIENTO ES PODER!

Por lo tanto, en el ámbito de la biología y el debate en curso en torno a los orígenes de la vida humana, me sumergí en la investigación y me topé con (entre otros) el artículo de Steve Jacobs “Pregunté a miles de biólogos cuándo comienza la vida. La respuesta no fue popular”.

(LOS ENLACES SE PROPORCIONAN AL FINAL DE ESTA PÁGINA**)

En este artículo, Jacobs arroja luz sobre un tema polémico y significativo. La investigación de Jacobs sobre las percepciones de MILES de biólogos con respecto al comienzo de la vida revela una compleja interacción de comprensión científica, consideraciones éticas y creencias sociales.

El quid de los hallazgos de Jacobs surge de una encuesta en la que participaron MILES de biólogos, en la que la gran mayoría afirma que la vida comienza en la concepción. Esta afirmación se basa en principios biológicos establecidos.

La concepción se refiere al momento en el que un espermatozoide fecunda un óvulo, dando lugar a un cigoto. Este cigoto posee un conjunto único de ADN, genéticamente distinto de ambos progenitores, que marca el comienzo del desarrollo de un nuevo organismo. Científicamente, el cigoto atraviesa una serie de etapas (división celular, diferenciación y desarrollo) que conducen a la formación de un embrión multicelular y, en última instancia, a un ser humano completamente desarrollado.

La perspectiva biológica defiende la vida en la concepción basándose en los principios de la embriología y la genética. En esta etapa, el cigoto presenta una estructura organizada, capaz de crecer, desarrollarse y responder a estímulos, características distintivas de los organismos vivos. Esta definición científica coincide con los criterios comúnmente aceptados en biología para determinar la vida, que generalmente incluyen organización, metabolismo, homeostasis, crecimiento, adaptación y reproducción.

A pesar de esta comprensión, las respuestas de la encuesta reflejan una amplia gama de opiniones entre los biólogos, y algunos sugieren que la vida comienza en varios puntos durante la gestación, influenciados por creencias filosóficas, morales e incluso religiosas. Esta divergencia ilustra las complejidades involucradas en la conciliación de los hechos biológicos con los valores personales y sociales.

Sin embargo, la implicación de que la vida comienza en la concepción tiene un profundo peso ético. Reconocer la concepción como el punto de partida de la vida humana se presta a discusiones sobre los derechos del no nacido, las responsabilidades morales de los padres y las implicaciones del aborto y las tecnologías reproductivas. Requiere un diálogo arraigado en el respeto por la vida y reconoce el potencial del cigoto para desarrollarse hasta convertirse en un ser humano plenamente realizado.

El discurso sobre cuándo comienza la vida no es meramente un ejercicio académico; impacta profundamente la legislación, las normas sociales y sí, incluso las decisiones individuales. Entender que la vida comienza en la concepción plantea preguntas sobre el estatus legal y los derechos del embrión.

Si se considera que la vida comienza en este momento, se requieren medidas de protección que salvaguarden al no nacido, lo que influye en las leyes relacionadas con la salud reproductiva, el aborto y la atención prenatal.

Además, aceptar la idea de que la vida comienza en la concepción exige una reevaluación del lenguaje utilizado en los debates sociales y políticos sobre el aborto y los derechos reproductivos. Dichos debates a menudo se basan en apelaciones emocionales y argumentos filosóficos en lugar de hechos científicos. Reconocer la evidencia biológica de que la vida comienza en la concepción puede cambiar el diálogo hacia discusiones más basadas en hechos y evidencias que reflejen las realidades del desarrollo humano.

El artículo de Jacobs ilumina un aspecto crítico del debate sobre cuándo comienza la vida.

Si bien la comunidad científica ofrece argumentos sólidos a favor de que la vida comienza en la concepción, las diversas opiniones entre los biólogos resaltan la intrincada mezcla de ciencia, ética y sistemas de creencias personales. Reconocer la concepción como el comienzo de la vida no solo se alinea con los principios biológicos, sino que también da forma a los debates sociales, los marcos legales y las consideraciones éticas en torno a la vida y la personalidad. A medida que la ciencia continúa avanzando, el diálogo en torno a estas cuestiones se volverá cada vez más urgente, lo que subraya la necesidad de una conversación equilibrada que respete tanto la comprensión científica como las creencias personales.



Resumé du Conception:

La idea de que la vida comienza en la concepción está respaldada por diversos principios y hallazgos científicos en los campos biológicos y del desarrollo.

He añadido algunas pruebas científicas clave que respaldan esta afirmación:

1. Formación del cigoto:

En el momento de la concepción, el espermatozoide fecunda el óvulo y crea un cigoto. Este cigoto contiene un conjunto único de ADN, distinto tanto del de la madre como del del padre, lo que indica el comienzo de un nuevo organismo genéticamente único.

2. Etapas del desarrollo:

El cigoto atraviesa una serie de etapas de desarrollo, que incluyen la división celular, la formación de la mórula y la formación del blastocisto. Estas etapas son hitos críticos en el desarrollo de un ser humano y resaltan la progresión organizada de una nueva forma de vida.

3. División y diferenciación celular:

En cuestión de horas después de la fecundación, el cigoto comienza a dividirse y diferenciarse en varios tipos de células. Esta actividad biológica significa el potencial del cigoto para el crecimiento y el desarrollo, característico de los organismos vivos.

4. Embriología:

En biología del desarrollo, se reconoce que el embrión se forma en la etapa de blastocisto, unos días después de la fertilización. Luego, el embrión se implanta en la pared uterina y continúa su desarrollo hasta convertirse en un feto. El proceso biológico que va del cigoto al embrión es esencial para comprender el desarrollo humano.

5. Actividad biológica sostenible:

El cigoto y las células embrionarias posteriores exhiben actividad metabólica, incluida la producción de energía y la respiración celular, que son características fundamentales de las células vivas. Estos procesos bioquímicos demuestran que la entidad recién formada está viva y funcionando.

6. Potencial de desarrollo:

Desde la concepción en adelante, el cigoto posee el potencial intrínseco de convertirse en un ser humano completamente funcional. Los principios de reproducción y desarrollo subrayan que, dado el entorno apropiado, esta única célula puede crecer hasta convertirse en un organismo completo.

7. Consenso científico:

Muchos biólogos y organizaciones dentro del campo de la embriología, como el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), reconocen la concepción como el punto de partida de la vida humana. Este consenso se basa tanto en la comprensión científica como en consideraciones éticas en torno al desarrollo embrionario.

8. Identidad genética:

En el momento de la concepción, se establece el mapa genético completo del individuo, que determina no solo los rasgos físicos sino también aspectos de salud y predisposiciones. Esta identidad genética es fundamental para definir la singularidad del organismo desde sus inicios.

9. Perspectivas neurocientíficas:

La investigación en neurociencia sugiere que la aparición de la actividad neuronal funcional comienza temprano en el desarrollo, lo que indica el potencial de sensación y respuesta incluso antes del nacimiento. La comprensión del desarrollo del sistema nervioso respalda la opinión de que la vida debe considerarse desde la concepción.

En resumen:

La evidencia científica proveniente de campos como la embriología, la genética y la biología del desarrollo apoya de manera inequívoca la idea de que la vida comienza en la concepción. Este concepto se ve reforzado por los procesos de formación del cigoto, la actividad celular y el potencial del organismo para crecer y desarrollarse, lo que refuerza la base biológica para considerar el momento de la concepción como el comienzo de la vida humana.

¿Qué pasa con las consideraciones éticas?

Existen numerosas consideraciones éticas en torno a la idea de que la vida comienza en la concepción. Estas consideraciones varían ampliamente según las perspectivas culturales, filosóficas, religiosas e individuales. A continuación, se presentan algunas de las consideraciones éticas clave:

1. Personalidad: un debate ético fundamental se centra en cuándo comienza la personalidad. Algunos sostienen que la personalidad comienza en la concepción debido a la singularidad del cigoto y su potencial para convertirse en un ser humano completamente formado. Otros creen que la personalidad se adquiere más adelante en el desarrollo, como en la viabilidad o el nacimiento.

2. Derecho al aborto: la creencia de que la vida comienza en la concepción afecta significativamente el debate sobre el aborto. Quienes sostienen esta opinión a menudo argumentan en contra del aborto, considerándolo moralmente equivalente a quitar una vida humana. Por otro lado, los defensores del derecho de la mujer a elegir argumentan que se deben priorizar los derechos de la madre, en particular en las primeras etapas del embarazo.

3. Derechos reproductivos: la idea de que la vida comienza en la concepción puede entrar en conflicto con los derechos reproductivos y la autonomía de las mujeres. La tensión ética surge al equilibrar los derechos de la vida potencial con los derechos de la mujer a tomar decisiones sobre su propio cuerpo.

4. Tratamientos de fertilidad: La práctica de la fertilización in vitro (FIV) plantea cuestiones éticas sobre el destino de los embriones creados pero no implantados. Si se considera que la vida comienza en la concepción, surgen dilemas éticos sobre qué hacer con los embriones sobrantes y las implicaciones de su destrucción.

5. Perspectivas religiosas: Muchas tradiciones religiosas tienen creencias específicas sobre cuándo comienza la vida, lo que influye en las opiniones de los seguidores sobre el aborto, la anticoncepción y las tecnologías reproductivas. Estas creencias pueden conducir a consideraciones éticas divergentes en relación con la santidad de la vida, la responsabilidad moral y la naturaleza de la existencia.

6. Implicaciones científicas: La comprensión científica del desarrollo embrionario influye en las discusiones éticas. Los avances en la investigación genética, la clonación y la investigación con células madre plantean preguntas sobre el estatus moral de los embriones y el uso ético de la vida humana en las investigaciones científicas.

7. Contexto cultural: Las distintas culturas tienen creencias diferentes sobre la concepción y la vida que influyen en las perspectivas éticas. Las normas culturales pueden dar forma a las leyes y las actitudes sociales hacia los derechos reproductivos, el aborto y la planificación familiar.

8. Derechos del no nacido: Los debates éticos a menudo incluyen consideraciones sobre los derechos del no nacido. Si la vida comienza en la concepción, ¿qué derechos legales debería tener el embrión o el feto? Esto plantea preguntas sobre el reconocimiento legal, los derechos maternos y las responsabilidades sociales.

9. Salud de la madre: Las consideraciones éticas también tienen en cuenta la salud y el bienestar de la embarazada. Las situaciones en las que la salud de la madre corre riesgo debido al embarazo pueden crear dilemas éticos complejos que requieren un equilibrio cuidadoso entre los derechos y las responsabilidades.

10. Implicaciones sociales: Definir la vida en el momento de la concepción tiene implicaciones sociales más amplias, como los posibles impactos en las políticas de atención sanitaria, el acceso a los servicios reproductivos y las actitudes sociales hacia la maternidad y la planificación familiar.

Estas consideraciones éticas demuestran que el discurso en torno al comienzo de la vida es complejo y multifacético. Los debates a menudo exigen sensibilidad hacia las diversas creencias y valores de las personas y las culturas, lo que exige un examen cuidadoso de las implicaciones de definir la vida en el momento de la concepción tanto en el contexto personal como en el social.

A continuación, he enumerado los enlaces de los artículos científicos revisados ​​por pares que sirvieron como información en la que basé mis escritos, así como una lista de libros que recomiendo encarecidamente a las personas que lean y que arrojan una hermosa luz sobre diferentes aspectos del tema.

Consenso de los biólogos sobre "Cuándo comienza la vida" de Steven Andrew Jacobs

por SA Jacobs · 2018 ·

En general, el 95 % de los biólogos afirmó la visión biológica de que la vida humana comienza en el momento de la fecundación (5212 de 5502).

https://lozierinstitute.org/a-scientific-view-of-when-life-begins/

Una visión científica del comienzo de la vida

11 de junio de 2014 — La conclusión de que la vida humana comienza con la fusión del espermatozoide y el óvulo es indiscutible, objetiva y se basa en el método científico universalmente aceptado...

https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3211703

La naturaleza no científica del concepto de que “la vida humana comienza en la fecundación” y por qué es importante.

https://www.fertstert.org/article/S0015-0282%2817%2930036-5/fulltext